El próximo sábado 2 de julio del 2022 se celebra el «Día Internacional de las Cooperativas», es la celebración número 100 desde que se instauró en 1922 por la Alianza Cooperativa Internacional y la número 28 desde su reconocimiento por las Naciones Unidas, además de que se cumplen 10 años desde al año internacional de las Cooperativas.
En esta ocasión se propone como temática «Las Cooperativas construyen un mundo mejor», lo que nos lleva a reflexionar acerca del aporte de las cooperativas para la humanidad, sobre todo ante los desafíos que plantean los tiempos actuales.
Es momento de celebrar
Porque la vivencia de los principios cooperativos sigue siendo una respuesta para satisfacer a las necesidades de las personas de pueblos, ciudades, países o continentes diversos.
Porque la organización comunitaria, el aliarse con los vecinos, los amigos, o quienes tenemos los mismas necesidades sigue siendo posible, aún con el individualismo y egoísmo promovido por el sistema económico imperante.
Porque la toma de decisiones democráticas, participativas y bien informadas posibilita a las cooperativas adaptarse a los momentos y situaciones cambiantes.
Porque estamos unidos en diversos organismos, para representarnos, pero también para consumir nuestros productos y servicios, para compartir experiencias, para generar servicios y crear juntos las tecnologías necesarias que permitan que las cooperativas se fortalezcan para bien de sus miembros.
Porque en as cooperativas nos importa el buen vivir, la vida digna, el desarrollo integral de nuestros socios y la mejora de las comunidades donde nos insertamos.
Porque aún en los peores momentos las cooperativas nos permiten ver que otro mundo es posible…
Es momento de dialogar
Para juntos reconocer nuestros aportes a un mundo mejor, para unidos poder difundir con convicción y fuerza que las cooperativas y la economía social y solidaria son una alternativa viable para muchas personas.
Dialogar para ampliar nuestros horizontes, conociendo más experiencias, más estrategias, más formas de producir, de organizarse, de vender, de formar a nuestros socios, personal y consejeros, otras formas de intervenir en la mejora de las comunidades, en la defensa de los derechos, de hacer interlocución con el estado en todos sus niveles, de hacer alianzas estratégicas entre actores, de acercarse de recursos, o de dispersar los recursos disponibles con eficiencia.
Es momento de escucharnos más allá de nuestras diferencias, para asumir la diversidad como una fortaleza, para observar como cada cooperativa es resultado de su contexto y territorio, de la necesidad que busca satisfacer y de la fuerza y convicción de sus miembros.
Así mismo, es momento de pensar estrategias en conjunto para que el cooperativismo ocupe el lugar que le corresponde en las economías tanto locales, nacionales y regionales, es momento de definir las acciones que permitan que las cooperativas crezcan y se fortalezcan para bien de todos y no de unos cuantos.