Introducción
¡Por un capital en manos del pueblo! Dicta el lema que movió a cientos de hombres y mujeres a hacer realidad Cajas populares orientadas a la satisfacción de las necesidades del pueblo, organizaciones que dejaron atrás el individualismo y se hicieron conscientes de que sus necesidades solo serían satisfechas haciendo a la comunidad “dueña de su propio destino”.
Más de 60 años después, esta propuesta sigue siendo vigente, el adelgazamiento de las clases medias trae consigo mayor pobreza y mayor concentración de la riqueza en manos de unos cuantos. Si esperamos que los dueños del capital nos brinden trabajo digno y resuelvan las problemáticas de nuestra sociedad estaremos condenados a mayor miseria, pérdida de derechos, violencia, etc.
Los desafíos para las cooperativas y demás organizaciones de la Economía Social son inmensos, pues somos los encargados de mostrar a nuestras sociedades que otro mundo sí es posible, que el lucro, individualismo y explotación no son la única realidad posible.
En este contexto, cobra especial relevancia la formación de los socios electos para la administración de las cooperativas, pues en sus manos está conservar la identidad de la organización; emplear de manera eficaz los recursos, para brindar servicios de calidad y asegurar la permanencia de la organización; posicionar a la cooperativa frente a la competencia creciente y; cumplir las disposiciones legales aplicables.